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Coronavirus: Independiente es un paciente de riesgo
Por Carlos Federico Rey. Ex Representante de Socios y Participante de la Comisión Electoral 2017
Pasaron 35 años desde el episodio en el cual Ricardo Gareca y Oscar Ruggeri pedían la libertad de acción en Boca Juniors por falta de pago amparándose en la vieja regla de los dos años de contrato vencido. Hubo otros casos famosos en la década del noventa como el de Fernando Redondo y Silvio Rudman en AAAJ y los seis jugadores de Deportivo Español que en 1997 fueron liberados por incumplimientos luego de una huelga establecida por Futbolistas Argentinos Agremiados. Nada de esto se compara con el reclamo que impone actualmente el plantel profesional de Independiente, donde entre 10 y 15 jugadores – según fuentes periodísticas – están realizando una intimación formal de pago que de incumplirse los deja con la puerta abierta para solicitar la libertad de acción.
La pandemia de coronavirus que nos aqueja como sociedad hace mella en grupos con factores de riesgo altos por la presencia de morbilidades previas, el 87% de los fallecidos por Covid-19 en el mundo presentaban alguna dolencia anterior. Utilizando esta lógica para los clubes, la situación de Independiente se puede anclar dentro de los grupos de factores de riesgo. No hay que permitir que se confunda al socio y al hincha de Independiente; la institución está en coma económico desde antes que declaren la pandemia ya que durante todo el torneo anterior se adeudaron escalonadamente entre tres y cuatro meses de sueldo al plantel profesional de manera permanente, la situación producida por el coronavirus sólo profundiza esta realidad poniendo a Independiente al borde de la quiebra y a dejar al club con un nimio porcentaje de probabilidades de tener un plantel profesional competitivo y serio.
Las explicaciones brindadas por Héctor Maldonado –uno de los integrantes del triunvirato que pulverizó la institucionalidad del club eliminando la comisión directiva y realizando asambleas ilegales donde fueron expulsados socios sin fallos judiciales adversos – mencionando que hay jugadores con sueldos millonarios que hace dos años están de vacaciones resultan una burla y una provocación a la masa societaria y a los hinchas, como si estos jugadores hubieran golpeado la puerta de Mitre 470 e hipotéticamente esbozaron “quiero jugar acá” y hayan firmado contratos de manera unilateral. Está más que claro que a los jugadores los traen los dirigentes. Es el ABC de la política deportiva y todos lo saben, los dirigentes están expuestos ante esta situación, pero no les importa.
Mientras en otros clubes importantes del fútbol argentino como Vélez, Racing y Boca los planteles están al día y se renegociaron hacia adelante eventuales quitas en los contratos vigentes por la falta de actividad y hay otros clubes como River y CASLA van por el mismo camino de renegociación, Independiente no puede iniciar ese proceso ya que el último salario completo que le pagó al plantel profesional es el de Diciembre de 2019 ¿Cómo se renegocia hacia adelante si estamos en Mayo y todavía no pagaste un sueldo completo en todo el año? La respuesta la dieron los jugadores: la posibilidad de la libertad de acción de prácticamente todos los profesionales principales del club es inminente.
El triunvirato anti estatutario que maneja Independiente fluctúa entre los desmanejos y la acefalía. Hoy Hugo Moyano está testimoniando, ya no toma decisiones en el club y si las toma no se nota. En poco más de dos semanas Independiente perdió la posibilidad de jugar torneos internacionales en 2021 por la determinación de AFA de concluir la temporada y lo acató sin chistar, sin alzar la voz como corresponde con la historia del club. Se consolidó también el reclamo en FIFA por Fernando Gaibor e Independiente le debe pagar a Emelec lo que corresponde. Desde Colombia pidieron el pago o la devolución de Andrés Roa y todo el resto de las múltiples causas llevadas a FIFA avanzan rápidamente. Pero lo más grave estas últimas semanas es la situación de la deuda con el plantel anteriormente mencionada. Para que la gente entienda la gravedad de esto: en caso que estos jugadores queden libres Independiente pierde su principal activo, es decir el valor de reventa de los jugadores profesionales, pero las deudas contraídas con los mismos quedan e Independiente debe pagarlas igual. Teniendo en cuenta esto creo que hablar de acefalía fue utilizar un término mesurado, el descontrol dirigencial que hay en el club nos pone en una situación sin posibilidad de recuperación en el corto plazo.
La pandemia apremia. Situación de Independiente en cuanto a Ingresos.
El infectólogo Eduardo López, principal asesor del presidente de la nación dentro de su comité de asesores en cuanto a la pandemia de coronavirus indicó en una nota reciente que no ve espacio posible que el fútbol regrese al menos hasta el mes de diciembre – sin público – y recién se podría evaluar la posibilidad que regresen los espectadores a las canchas –siempre que el virus esté controlado – a mediados de 2021. En otros países son un poco más conservadores aún, el Consejo Superior de Deportes de España supone que no podrá haber público en las canchas hasta la existencia de una vacuna que se pueda distribuir entre la población. Cualquiera de estos escenarios es fatídico para clubes y jugadores – vencen cientos de contratos este mes de junio en el fútbol argentino y el destino de esos futbolistas es incierto – y es mucho peor aún para Independiente por las morbilidades previas anteriormente mencionadas.
Independiente tiene sus ingresos fijos distribuidos en tres sectores: 60% de los ingresos pertenecen a cuota social + abonos a plateas y ventas de plateas en partidos, el 25% responde a pagos producidos por contratos firmados por sponsors y el 15% restante corresponden al pago de la TV por derechos de televisación. En el resto de los clubes grandes la ponderación de los ingresos por sponsors y marketing es muy superior a la de CAI.
El motivo es claro: el resto de los clubes tienen contratos con empresas normales que con Independiente no quieren saber nada ya que el triunvirato anti estatutario que conduce el club no cumple con ningún contrato y es un aniquilador nato de cualquier imagen de marca. Ya se llevaron puesta la imagen de Independiente haciendo indivisible la línea entre el club y el sindicato de camioneros, las marcas importantes no quieren que se las relacione con ellos porque quieren proteger sus activos. La salida de esto no estará relacionada con los sponsors.
Si no hay TV es muy difícil mantener ese 15% de ingresos fijos que tiene el club, es muy probable que ese ingreso se caiga definitivamente. Entonces del 60% que nos queda hay que descartar el pago de abonos porque como explicamos anteriormente no habrá público por mucho tiempo. Por lo tanto solo nos queda la cuota social. El 85% de los socios está adherido al débito automático y el riesgo que el stop debit crezca como consecuencia de los problemas económicos que traerá la pandemia sumado a la lógica desmotivación por no haber futbol está latente. Se requiere una campaña profesional de comunicación para que los socios entiendan la realidad de la institución y más allá de los imponderables se intente sostener a rajatabla este ingreso que es el más importante que tiene el club para poder mantener a sus más de 500 empleados y los gastos que erogan sus siete predios. Los dirigentes de Independiente en lugar de salir a declarar insensateces deben ponerse a trabajar y levantar esta virtual situación de quiebra en la cual metieron al club. Hugo Moyano debe dejar de ser un presidente testimonial y tiene que ponerse a conducir. A Pablo Moyano no lo votaron para que vaya a cocinar una olla de guiso a un predio, esa es una tarea para las Sub Comisiones como muy bien supieron hacer en otros tiempos ya que Independiente siempre fue una institución solidaria con la comunidad, lo que debe hacer el vicepresidente es la tarea para la cual fue votado: GESTIONAR.
Pablo y Hugo Moyano nos tienen que explicar cómo en enero de 2018 estaba la plata fresca de Barco, Tagliafico, cuotas por recibir de Rigoni y Maxi Meza adentro. Poco más de dos años después esos más de 40 millones de dólares no solo no están: la deuda de Independiente dejó de multiplicarse de manera algorítmica para explotar de forma exponencial, no se pagó ningún pase y están dadas las condiciones para que la mayoría del plantel quede libre. Señores socios e hinchas, que la pandemia no tape las morbilidades previas, hay un grito en el común de la gente que se impone: SEÑORES DIRIGENTES ¿DÓNDE ESTÁ LA PLATA?