Columna de Opinion
La historia del Rojo
![](https://soydelrojo.com/wp-content/uploads/2020/02/LDT-1984-Independiente-campeon-america.jpg)
Según la última estimación realizada por la FIFA existen más de trescientos mil clubes de fútbol en el mundo.
Pocos, o ninguno, tienen la rica historia de Independiente. Desde el inicio fue un club distinto hasta por la conformación de sus fundadores con su espíritu rebelde e innovador.
El prestigio del Rojo es tal que el nombre “Independiente” comenzó a repetirse en muchos clubes en ciudades de todo el país y en casi todos los países de Latinoamérica.
Por estos antecedentes es que se torna poco comprensible que Independiente no tenga su propio museo, donde los hinchas pueda rememorar las hazañas que fueron dando forma a la leyenda.
En las grandes capitales europeas es habitual que la visita a los museos de los clubes más importantes formen parte del circuito turístico. Uno puede ir a Londres y encontrarse con una visita al museo del Chelsea o del Arsenal; en Madrid con el Real, o en Barcelona con el museo del Camp Nou; la Bayern experience en Munich o el Old Trafford museum, entre tantos otros. Hasta en Buenos Aries hay dos ejemplos menores.
Tenerlo es una forma de fidelizar a las nuevas generaciones con la historia que hizo grande al club. Además de transformarse en un atractivo para los amantes del fútbol, sean o no del Rojo.
Algunas de estas exposiciones cuentan con superficies superiores a los dos mil metros cuadrados. Los grandes clubes del mundo les dedican espacio, tiempo y creatividad para mantener su historia y fomentar su futuro
En el caso de Independiente no parecería imposible destinar algún sector debajo de las tribunas para albergar las copas obtenidas, si bien es necesario mucho espacio afortunadamente, contando en cada una su historia
Los más modernos cuentan con juegos interactivos, acompañados de fotografías, videos, camisetas y demás objetos que permitan recordar las hazañas del pasado; o dárselas a conocer a las nuevas generaciones. No es difícil imaginar una serie de producciones destinadas a contar con una exhibición moderna y atractiva, que no sólo atraiga a los “hinchas” del Rojo, sino que se integre a ese circuito turístico cada ves mayor en Buenos Aires y sus alrededores.
Los costos, seguramente, no serán bajos. Pero parte de ellos pueden recuperarse al abrirse el museo al público en general con el costo de una entrada. Sobre todo si se realiza un buen trabajo de integración con los circuitos turísticos que antes mencionamos, y se complementa con la venta de merchandising. En todo caso esos costos seguramente no serán mayores al dinero que se ha gastado en algunas dudosas contrataciones. Y seguramente esta inversión será más redituable a lo largo del tiempo.