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Pedro Monzón: de un “dolor imborrable” a un amor destacable
Pedro Monzón aún lamenta aquella final del Mundial de Italia 90. Su charla con Maradona en la previa a un partido, y su gesto para Bilardo.
Pedro Monzón aún lamenta aquella final del Mundial de Italia 90. Su charla con Maradona en la previa a un partido, y su gesto para Bilardo.
Hasta los que no son fanáticos del fútbol saben seguramente quién es el mexicano Codesal. Esa final contra Alemania se escapó por poco, y Pedro Monzón aún lo lamenta.
El ex futbolista de Independiente fue protagonista de aquel partido, aunque no precisamente por un episodio que le guste recordar.
Ese día, el “Moncho” se fue expulsado por una patada contra el alemán Klinsmann: “Estaba preparado para entrar y jugar, sabía lo que me tocaba hacer. Lo que no sabía era que me iba a equivocar como me equivoqué“.
Monzón ingresó desde el banco, para reemplazar a Ruggeri por lesión, y jamás se imaginó lo que ocurriría 22 minutos más tarde.
“Todavía me duele haberme equivocado así, con la experiencia que tenía siendo un jugador de 28 años. Fui al piso buscando la pelota, no al adversario; pero me la movió justo”, dijo en diálogo con La Nación. Allí se transformó en el primer expulsado en una final de un Mundial.
Incluso reconoció que por momentos la pasó muy mal, y hasta después del partido se dio cuenta de lo que había ocurrido: “Me siento mal por haber dejado al equipo con diez hombres. Si fuera por mí, no vuelvo a Buenos Aires”, dijo en ese entonces.
Pedro Monzón, expulsado ante Alemania
Con respecto a su llegada al Mundial, afirmó que siempre se sintió con confianza de poder estar en la lista de Bilardo, a pesar de la gran cantidad de defensores.
“Sentía que podía estar porque había rendido bien en Independiente, Bilardo me conocía y yo me entrenaba muy fuerte. Confiaba en mis posibilidades, aunque sabía que no tenía nada seguro”, reconoció.
Monzón disputó 3 partidos en aquel campeonato, y le marcó un gol clave a Rumania para la clasificación. Allí, recordó un diálogo que tuvo con Maradona en la previa al partido.
“Estaba en la habitación de Diego haciendo bromas con él. En un momento le agarré la pierna izquierda y le pedí que por favor me hiciera meter un gol. Entones me preguntó dónde quería la pelota y le contesté que en cualquier lado, pero si era al primer palo mejor”, expresó.
Y concluyó con un gesto de amor para Carlos Salvador Bilardo, al enterarse que su salud no era la mejor: “Yo estoy dispuesto a darle todo lo que le pueda dar, a dormir en el piso para que él duerma en una cama”.