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Sastre, maestro del fútbol
En Soy del Rojo recordamos su paso por el club.
El 27 de abril de 1911 nacía en Lomas de Zamora un jugador que marcó un antes y un después en el fútbol argentino, Antonio Sastre. El jugador más completo que hubo, ídolo en Argentina y en Brasil, para muchos fue considerado el inventor del fútbol moderno sudamericano.
Este crack, adelantado en el tiempo, brilló en el arrollador Independiente de los primeros años del profesionalismo, equipo que quedaría en la historia. Integró un tridente de ataque único junto a Erico y De la Mata, siendo los 3 máximos goleadores del club en la era profesional.
El “Cuila” Sastre debutó en el primer partido profesional del Rojo, contra Argentinos Juniors en el año 1931, y sería una constante por muchos años.
Su puesto en la cancha era el de insider / entreala izquierdo (en una línea de 5 atacantes, es era el jugador que se ubicaba entre el centrodelantero y el puntero izquierdo), pero a su inteligencia, gol y buen juego se le sumaba la entrega y el sacrificio que lo convertirían en el jugador más completo de todos los tiempos. Así fue que llegó a jugar por toda la cancha, en ataque y en defensa, ¡hasta de arquero! cuando hubo que ocupar el arco por lesión del arquero titular.
Por algo podía aparecer de wing por la otra punta, o ser figura de la Selección Argentina en una Copa América jugando de lateral derecho. Un verdadero polifuncional que decía en El Gráfico: “No me gustaba que me robaran la pelota, porque la pelota hay que pelearla y si te la sacan es porque perdiste la pelea. Esos que la pierden y se quedan con los brazos cruzados no deberían jugar. Así era en el potrero, que fue para mí lo que el paraíso para otros”.
Sus títulos en el Orgullo Nacional:
· Campeonato 1938
· Copa Aldao 1938
· Copa Ibarguren 1938
· Campeonato 1939
· Copa Aldao 1939
· Copa Ibarguren 1939
· Copa Adrián Escobar 1939
En 1943 partió al San Pablo de Brasil, que por ese entonces no era el grande continental ni paulista de la actualidad, y lo llevó a la gloria ganándose el apodo de “Maestro”.
El presidente del equipo brasileño dijo: “Si algún día un jugador de fútbol fuera propuesto para el premio Nobel, todo Brasil votaría por Sastre”. Y curiosamente compartió equipo con Leónidas, quien fuera el primer gran ídolo brasileño
Oswaldo Brandao, quien luego sería un querido director técnico de Independiente, dejó una frase célebre “Los argentinos quieren copiar a los brasileños, pero se olvidan de un argentino que vino a Brasil a enseñarnos el fútbol, se llamaba Antonio Sastre”.
En el famoso estadio Morumbí es homenajeado en un Paseo de la Fama y no lo olvidan como el mejor futbolista argentino que tuvo su fútbol. Cada vez que el equipo paulista juega en Buenos Aires le llevan flores a su ídolo.
También fue fundamental en la Selección Argentina, ganando 2 copas América (Sudamericano por aquellos años). Jugó 34 partidos y convirtió 6 goles, el más importante fue en un partido decisivo del Sudamericano de 1941 contra Uruguay.
En 1980 recibió un premio de Kónex al mérito, como uno de los 5 mejores jugadores de fútbol en la historia de Argentina.
Antonio Sastre jugó 341 partidos con la camiseta de Independiente, entre 1931 y 1943, convirtió 112 goles. Se retiró logrando el ascenso en Gimnasia La Plata en 1947.
Lo recordamos como un jugador de toda la cancha, ídolo total.