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Sergio Merlini y los consejos de Pastoriza
El ex futbolista del Rojo recordó sus épocas en el club.
El ex futbolista del Rojo recordó sus épocas en el club.
Y sí, cuando en tu puesto está el Bocha, quién puede imaginarse ocupar su lugar. Sergio Merlini, lo sufrió y lo disfrutó al mismo tiempo.
“Estuve varios años en Independiente y tenía al monstruo de Bochini adelante. En lo particular, disfruté estar en la época que estuve y ver a ese equipo del 83-84 desde adentro”, dijo en diálogo con Muy Independiente.
“Siempre recuerdo que se logró el equilibrio justo. Los pibes del club tienen que entrar con una base conformada, con personalidad. En mí época, había seis o siete jugadores que eran intocables y te marcaban el camino. Cuando yo entraba y veía con quienes compartía equipo, me exigía estar a la altura, estaba con futbolistas de selección”, enfatizó.
Y habló sobre la importancia de Pastoriza: “Nosotros éramos chicos pero teníamos un carácter importante. Pastoriza nos decía todo el tiempo que pensemos en dónde estábamos. Siempre nos marcaba que ser campeón era quedar en la historia de Independiente”.
“Pastoriza nos tenía más contentos a los suplentes que a los titulares. Te hacía sentir bien, útil, y eso te mantiene alerta para dar el máximo cuando te toque. Tenía un trato especial con los jugadores. Además, era un caudillo y trabajaba muy bien”, agregó.
Sobre ese equipo de los años 83 y 84 resaltó: “Es de los mejores de la historia del club. De mitad de cancha para arriba eran todos jugadores de buen pie. Igualmente no quiero desmerecer a nadie, después también hubo grandes equipos”.
Además, se mostró agradecido por trabajar en las inferiores del club: “Aún ahora de viejo me deja seguir disfrutando. Ahora no estoy cerca del fútbol, estoy acompañando a mi hijo en su negocio. Me había tocado viajar por Sudamérica y en un momento decidí parar y acercarme más a mi familia”.
Y concluyó sobre el periodo actual: “Independiente te exige y busca salir campeón. Ojalá que Pusineri pueda encontrar el equipo para pelear arriba aunque no es fácil. Hay que buscar seis o siete jugadores base para, a partir de ahí, ir armando. Las cosas cambiaron mucho. Antes te quedabas varios años en un club. Hoy en día, apenas sale un chico de inferiores, se vende rápido. Es difícil vivir armando y desarmando equipos”.