El duro relato de Federico Domínguez, luego de superar su enfermedad

Federico Domínguez contó cómo transitó su enfermedad y le deseó fuerzas a aquellos que están atravesando una situación similar.

“El 19 de mayo de 2019 fue la primera operación, tenía mucho miedo e incertidumbre. Cuando entré al quirófano el cirujano me dijo: no sabemos como va a salir. Hoy, un año después estoy bien y es una victoria“, inició sus declaraciones Federico Domínguez, luego de haber superado un cáncer de colon.

Y siguió: “El golpe cuando te enterás lo que tenés, es como si te golpearan de todos lados. Sentí miedo, bronca, negación. Minimizaba todo, no entraba en la órbita de lo que me estaba pasando. Lo tomaba como si me fuera a operar una rodilla. Me decían: loco podes llegar a andar con la bolsa toda tu vida y que quede no operativo tu ano”.

En diálogo con el Súper Mitre Deportivo, expresó: “Tuve que hacer terapia para preparar la cabeza. Estuve tres meses con la bolsa y para mí fue una eternidad. No la aceptaba. Sabía que era provisorio y lo tenía que pasar. Recién ahora me animé a publicar una foto, por vergüenza, por miedo. No es fácil”.

Consultado por cómo se dio cuenta de su enfermedad y si tuvo miedo de morir, deslizó: “Yo lo agarre a tiempo, por eso. Hay que hacerse los estudios de rutina, es importante. En mi caso yo me di cuenta porque iba al baño y tenía manchas de sangre, me empece a preocupar. Al tiempo me hice ver y me lo detectaron. Mi problema es que yo tenía que lograr que el tumor se achique, con quimioterapia y rayos, antes de operarme. El tumor de colon es silencioso, no te das cuenta. Yo tuve suerte en detectarlo. Tuve miedo de morir, cuando me tocó esto. Fue muy fuerte”.

Y continuó: “Después de operarme yo no quería ir al baño, no quería ni comer. El médico me decía que tenía que comprobar si funcionaba bien, pero yo tenia miedo, porque si no funcionaba tenían que operarme de nuevo. Perdí mucho peso, llegué a pesar 67 kg. Hoy estoy en 80 kg. Hoy tengo que tener los cuidados necesarios. Los médicos fueron claros y me dijeron que había algunas comidas que no podía ingerir por el momento. Por ejemplo, no puedo tomar café ni mate. A fin de año me hicieron una tomografía, me sacaron sangre y salió todo perfecto. Hoy no estoy tomando nada. En julio debo realizarme unos estudios de nuevo”.

 

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También le mandó un mensaje a aquellos que están pasando por algo similar: “Yo probé todas las medicinas alternativas. No me casé ni caso con nadie. A la gente le recomiendo eso, que no se queden con los brazos cruzados, hay que ir por todo, porque está tu vida en juego”.

Metiéndose ya en su carrera como director técnico, expresó: “Como técnico me gusta mucho trabajar la parte táctica, pero a partir de todo lo que me pasó, también me inclino por ser un técnico mas humano, cercano  a los jugadores.  Daniel Pasarella era un técnico que me identifica. Muy táctico y exigente, pero también muy humano. No todo es lo físico. No es lo mismo dar 700 pases en una práctica, a jugar una llave de copa, en un contexto de alta presión”.

Y luego agregó: “No es para nada saludable ser un atleta profesional. Nos encanta trabajar de algo que es una pasión desde chicos, pero no te lo recomiendo para nada. Yo tengo artrosis de rodilla y cadera. En la vida diaria me repercute mucho. Además te sometes a la presión de que la competencia no es solo con el contrario, sino con tu compañero. Si no anduviste bien, te traen otro en tu lugar  y te podes quedar sin trabajo”.

“Yo aprendí a vivir sin fútbol, hay vida después del fútbol”, cerró.

 

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