Independiente cayó por la mínima y regresa de Brasil con una buena imagen

Independiente comenzó el segundo semestre con una derrota 1 a 0 ante Santos en Brasil, en el marco del partido de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana. El gol del local lo hizo Kaio Jorge, a los 69 minutos. La vuelta será el próximo jueves en el Estadio Libertadores de América.

Se trató de un partido de altibajos para el Rojo, que primero se dedicó a evitar que el local lo lastime, hasta que se dio cuenta que podía ser protagonista y lo fue durante distintos momentos del partido.

En los primeros 25 minutos, el Rey de Copas se mostró conservador, esperando que Santos lo ataque para recuperar rápidamente la pelota y salir de contra. Bajo esa estrategia, el equipo que dirige Julio Falcioni se dio cuenta que el elenco brasileño carecía de ideas y que era vulnerable en el fondo. Mientras tanto, quien se destacó fue Lucas Romero, el más regular durante todo el encuentro. En el final del primer tiempo, Independiente pudo adelantarse en la cancha y emparejar las acciones.

En el segundo tiempo, el partido se abrió. El Rojo se decidió a atacar con mayor convicción, con Alan Velasco como enganche. La promesa del Rojo tuvo lapsos buenos, al igual que el colombiano Andrés Roa. En cuanto a Silvio Romero se lo vio algunas veces aislado, aunque siempre se mantuvo al acecho.

Sin embargo, el punto flojo del equipo resultó la defensa, o bien la contención de Domingo Blanco, que poco ayudó al Perro en este sentido. Santos avisó en reiteradas oportunidades, al punto de que Seba Sosa se luciera con varias atajadas. Sin embargo, un remate de Guillerme provocó que el uruguayo dé un rebote que capitalizó Jorge, quien definió sin problemas.

Tras la ventaja de Santos, Independiente creció. Si bien estuvo permeable abajo, generando que el local tranquilamente pudiera aumentar la cuenta, el Rojo mejoró notoriamente en ataque. Por un lado, Roa tuvo dos disparos muy peligrosos que neutralizó Paulo. Por su parte, a Silvio Romero le anularon un golazo, por un mínimo offside. En tiempo des descuento, el capitán pateó un gran tiro libre, que descolgó del ángulo el arquero brasileño.

Pudo haber sido empate, pero también una derrota abultada. Lo cierto es que el Rey de Copas consiguió que la llave siga abierta y lo pueda revertir tranquilamente en casa.

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