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Los tira a la marchanta
Independiente le pone precio a sus jugadores.
Independiente está necesitado de dinero y pone a sus figuras en oferta en la vidriera; una idea que urge entre los dirigentes, pero que inquieta al entrenador y alarma a los hinchas.
El Covid-19 que llegó a nuestro país a mediados de marzo, si bien puso en jaque a toda la población y dejó cientos de muertos y heridos, en el plano futbolístico, inversamente, trajo algo de tranquilidad, ya que el campeonato argentino está parado y hay pocas noticias en los clubes.
El hincha dejó de estar tan pendiente de su equipo y puso su foco en otras cuestiones cotidianas que así lo ameritan. Sobre todo, en este momento. Nadie habla de la AFA ni de los dirigentes de los diferentes clubes ni de los salarios. Excepto en Independiente…
A la institución de Avellaneda parece haberle afectado de lleno el virus, porque en lugar de que las noticias fueran para el lado del Covid-19, uno de los pocos clubes que tuvo grandes conflictos fue justamente el Rojo. Las deudas interminables a los jugadores, las confrontaciones internas entre el plantel y la Comisión Directiva hacen que el presente de Independiente se vea, una vez más, desahuciado.
A diferencia del resto de los simpatizantes que viven con tranquilidad el día a día con su club, en el “Rey de Copas” es todo lo contrario. Ni cuando la pelota deja de rodar se respira calma. Las idas y vueltas en las negociaciones por el sueldo de los futbolistas, los innumerables pedidos de pago de otras instituciones a las que se les adeudó o adeuda por distintos jugadores (los casos de Deportivo Cali, River, Defensor Sporting, Universidad Católica, etc) y las cartas documento que ingresan como un aluvión por la puerta principal de Avenida Mitre 470.
Ante estos conflictos, algunos dirigentes del club salieron a ponerle paños fríos a la situación como es el caso de Pablo Moyano quien aseguró: “Independiente tiene espalda para cubrirse de cualquier deuda”. Sin embargo, la idea principal es achicar los gastos mensuales que rondan el millón de dólares.
Por tal motivo se inició a tasar a los futbolistas para cuando se abra el mercado de pases, como por ejemplo: a Fabricio Bustos en $3.000.000, a Alan Franco en $6.000.000 y a Martín Campaña en $2.000.000. Juan Sánchez Miño es otro jugador que escuchará ofertas, aunque no se habló de números.
A su vez, otras posibilidades son la venta de Lucas Romero y la ida del uruguayo Carlos Benavidez. El caso de Leandro Fernández aún continúa con un destino incierto. Se debe llegar a un acuerdo para la renovación de su contrato que vence en tan sólo 25 días, pero por ahora, están lejos en los números.
Son cifras irrisorias las que se les han colocado a los futbolistas –que son gran parte del patrimonio del club-, varios de ellos campeones y con una larga trayectoria. Aparentemente, lo único que sirve es vender y sin importar a qué precio.
Es notorio que Independiente necesita reducir gastos y para eso deberá achicar el plantel y apostar a los jugadores juveniles que tienen contratos más bajos como Brian Martínez, Lucas González, Alan Soñora, Renzo Bacchia, Diego Mercado, entre otros.
Habrá que esperar a que la pelota comience a rodar de nuevo y ver en qué posición económica, dirigencial y deportiva se encuentra el club. Pero la cuarentena es uno de los temas que puso a prueba, una vez más, el descalabro que se vive en Independiente.
Por Tomás Robbio.