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Columna de Opinion

Cuarentena roja

A 15 años de aquella multitudinaria caravana del hinchas de Independiente por el centenario del club, hoy se festeja nuestro día de una manera absolutamente opuesta. Dentro de nuestros hogares, cumpliendo la cuarentena a raíz de la pandemia del coronavirus.

No habrá banderas ni camisetas rojas por las calles de Avellaneda, Capital Federal o en el interior del país, pero todos inundamos de rojo las redes, nuestro salvoconducto para expresar con toda la pasión por nuestro amor por la institución. No resulta lo mismo, pero es lo que corresponde ante los tiempos que corren en época de emergencia sanitaria.

Nadie será más hincha desafiando a las autoridades y saliendo de su hogar para mostrar su cariño por estos colores. Un retweet, un posteo en Facebook, una historia en Instagram, entrar a Soy del Rojo o interactuar en los grupos de WhatsApp son formas válidas para disfrutar de un día #TodoRojo.

Hablando en asuntos netamente deportivos, la cuarentena resulta una buena oportunidad para reconsiderar el futuro de Independiente. Nos hace ver en retrospectiva sobre los últimos meses del club, madurar nuestro pensamiento y trazar proyecciones con las mejoras que uno cree que pueden ser útiles en el futuro, ya sea en el once titular, esquemas tácticos, y hasta en cuestiones de índole institucional.

No hace falta apresurarnos en sacar conclusiones. Aprovechemos la reflexión, tanto personal como colectiva a través de las redes. La cuarentena se extenderá un tiempo más y probablemente hablar del reinicio de fútbol faltará varios meses. Resulta irrelevante pensar eso realmente en momentos donde no sabemos el impacto de una pandemia con consecuencias globales. No obstante, siempre hay que estar informado y a través de este sitio podrás enterarte todas las novedades.

Además de la sensibilidad por la emergencia sanitaria, también hay otra realidad. No sabemos si seguirá la Copa de la Superliga, si habrá descensos, ascensos y qué pasará con la clasificación de las copas. No hay reuniones físicas, pero “la rosca” digital permanece en la órbita del organismo ubicado en la calle Viamonte, donde el que no corre, vuela.

Tampoco sabemos que sucederá con los torneos internacionales, entre ellos la Copa Sudamericana. Ante una circunstancia extraordinaria, desempolvar los manuales tampoco sirve porque reina la incertidumbre. La determinación que se tome no puede omitir a ninguna nación participante con lo cual no es solo esperar que el virus sea controlado en la Argentina para retomar la actividad. El semestre está perdido, no sabemos si será el año.
Es increíble pensar que hace apenas dos semanas discutíamos si el fútbol debía suspenderse o no. Parece que fue hace meses, pero no. El volumen informativo sobre esta situación genera que perdamos un poco la noción de cómo fueron avanzando los acontecimientos.

Ante ese contexto, queda analizar puertas adentro. Hay que empezar a intercambiar ideas acerca de cómo Lucas Pusineri puede seguir ensamblando engranajes en un funcionamiento que hasta hace pocas fechas se encontraba oxidado y corroído. Parece que el DT encontró algunas piezas nuevas que encajan y que la maquinaria volvió a producir, en pequeños volúmenes. Ilusiona la posible vuelta del “Tucu” Hernández en el mediocampo. Habrá que ver cuál podrá ser su versión, si aquella pálida vista en su inicio o aquel que recuperó su competitividad internacional antes de lesionarse.

Hasta hace algo más de un mes, Independiente estaba en un rincón del cuadrilátero, pidiendo la hora. Apenas iniciado el semestre ya quería vacaciones y pretemporada para barajar de nuevo. Parecía aquel turista que tuvo su descanso de 15 días pero que volvió a sus pagos más agotado de lo que se fue. Quizás por esta lamentable circunstancia sirva para recargar energías y aunar consensos para salir adelante del pozo. Hay margen para pensar en que se puede revertir la historia de una manera racional, ganando los partidos que se deben ganar y tratando de dar la mejor imagen contra aquellos que sabemos que son superiores. Es muy difícil pensar que Independiente sea aquel tenista que cayó del top 100 y que en su afán de recuperarse pueda derrotar a Federer o Nadal. No hay posibilidades de creer en milagros. Sí de trabajar seriamente y a largo plazo.

Lo mismo debe pasar a nivel institucional. Que los recientes despilfarros sirvan para reordenar financiera y económicamente al club. Creyendo que la actual dirigencia pueda mejorar ese aspecto, párrafo aparte es el interrogante de cómo podrán encarar los clubes los salarios de los clubes y del resto de los empleados. Si ya era sumamente dificultoso para el tesorero, sin ingresos por la pandemia genera preocupación por los meses que vendrán. Si bien se conoció un adelanto que dará la Conmebol como medida para paliar la situación, debemos también creer que habrá más mercados de pases absolutamente austeros y con más venta de jugadores en moneda extranjera. Será necesario, vital para subsistir. Desde ya que habrá jugadores que buscarán otro destino por cuenta propia.

Hay muchos temas por analizar desde nuestra casa, respetando la cuarentena. Que nos sirva para pensarlos juntos, más unidos que nunca. Sin apretón de manos, sin abrazos ni compartiendo una comida, pero sí desde el lugar que cada uno debemos ocupar como ciudadanos en esta época de coronavirus.

@Nicogallaok

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