Columna de Opinion
Pusineri y Burruchaga: les pido perdón

No conozco a Lucas Pusineri personalmente, a Jorge Burruchaga lo cruce fortuitamente una vez hace años. No tengo vínculos alguno con ellos pero si me une admiración y gratitud por lo que nos dieron dieron mientras fueron jugadores de Independiente. Soy uno de los miles que los aplaudimos y vivamos a rabiar desde las tribunas. Y eso no se olvida, es para siempre
Escribo afectado por la conducta de maltrato y falta de respeto de las cuales son víctimas. Como hincha y socio me avergüenza. Me involucra. Nos involucra. Les pido perdón.
Nos definimos como Orgullo Nacional, y debemos saber que esas palabras representan valores fundamentales por delante de los logros deportivos.
Estar orgulloso de lo que uno es, exige permanentemente de acciones y comportamientos que le den sustento.
En Independiente hoy debilitamos aún más los valores que se deben privilegiar en las instituciones. Se le quitó valor y peso a la palabra. A esa palabra que se dice con sinceridad y sella compromiso.
Esto tampoco lo tenemos más en Independiente y desde hace mucho tiempo, lo de hoy es la confirmación de una cultura que no nos hace nada bien.
Yo sigo apostando a un Independiente distinto y mejor, aún a riesgo de parecer un romántico, iluso y soñador en un mundo del fútbol que se planta ante nuestros ojos con otros códigos.
Lo seguiré siendo porque en definitiva el amor a una camiseta es ante todo romanticismo, ilusión y sueños de buenos momentos. Pero además, porque antes de que la pelota ruede, hay una institucion que hace posible que eso suceda, que los jugadores brillen y triunfen y que sus socios sean felices disfrutando.
Eso hoy eso dejo de lado nuevamente.
Son 18 años de debacle, ya cumplimos la mayoría de edad en ese camino errado.
Es momento de recuperar ese Orgullo Rojo que nos haga sentir bien. Es hora de que la frase Orgullo Nacional deje de vaciarse cada día.
Mientras tanto yo humilde y sinceramente le pido perdón a Pusineri y siempre le agradeceré que cuando nadie quiso él dijo yo estoy acá.
Sé que habrá revancha para él y para Burru. Deberá haberla.