Columna de Opinion
Un empate con sabor a poco
Independiente llegaba a Mar del Plata con el claro objetivo de conseguir los tres puntos para descontarle dos unidades a Boca y a Argentinos Juniors, que habían empatado el sábado. Pero esto no ocurrió. Insólitamente.
Desde la llegada de Fernando Berón, el equipo venía dulce, mantenía el invicto y, a priori, tenía un encuentro bastante sencillo, ante el peor de la Superliga. Evidentemente, la falta de fútbol por la Fecha FIFA y el partido postergado ante River hicieron que el Rojo involucionara desde el juego. Los amistosos frente a Tristán Suárez y Temperley no sirvieron demasiado o por lo menos dejaron esa sensación.
Guillermo Hoyos le dio una clara indicación a sus dirigidos: cortar el ritmo del partido, realizar infracciones permanentemente y no dejar jugar a Independiente. El plan le salió a la perfección porque desenfocó a la mayoría de los futbolistas rivales y logró que cuatro de ellos terminen siendo amonestados. Los futbolistas del Rey de Copas nunca le pudieron encontrar la vuelta. Ni siquiera pudieron aprovechar la situación de tener un hombre más dentro del campo de juego por la expulsión de Gastón Gil Romero.
Fue un encuentro chato, aburrido, sin situaciones de gol. Se pegó mucho y se jugó poco. Los minutos pasaban, Aldosivi se replegaba de gran manera en su mitad de la cancha y la desesperación del rival se iba incrementando. No fue una buena actuación para el Rojo. Necesitaba los tres puntos de manera imperiosa para tratar de acercarse a los líderes o por lo menos para estar en zona de clasificación a la Copa Sudamericana 2021.
Independiente cerrará el año con dos partidos de local: el 6 frente a Banfield y el 13 ante Newell’s. El Taladro levantó en los últimos encuentros, mientras que la Lepra viene de caer en los últimas dos fechas. Si realmente el Rey de Copas quiere pelear en esta Superliga, tiene que conseguir los seis puntos que quedan porque el empate frente a Aldosivi fue con sabor a poco.