Columna de Opinion
Valen Oro
A 50 años de las tres finales hacia la Cuarta Libertadores, y desde entonces nadie nos ha bajado del reinado de América. Independiente debe refundar sus bases en los pilares que Pepé, el Chivo y el Bocha supieron construir.
Estimadas Glorias de esta honorable Institución, nada descubriré al rendirles pleitesía ya que las tribunas y plateas de nuestro Estadio llevan sus nombres: Pavoni, Bochini y Santoro. Reciben y recibirán por la eternidad de los días el cariño de la familia roja. Y sugiero reparar en esta ocasión en el cumplimiento de las bodas de Oro de un logro imborrable en nuestra Historia.
El 6 de junio de 1973 fue una piedra fundacional para nuestro Club. Se conquistó la cuarta Libertadores y desde entonces somos los Reyes de América ininterrumpidos y únicos. No me importa lo que digan, lo que digan los demás… Independiente sigue en la cima de Clubes por lo que dio su puntapié inicial aquel tercer partido desempate contra el Colo-Colo en el Estadio Centenario de Montevideo, y que luego se coronaría en noviembre en el Olímpico de Roma, dando comienzo a la Dinastía Bocha.
Hacerles una cena homenaje, con subastas y sorteos, a todos los que conquistaron aquella batalla memorable, es lo mínimo que se les puede brindar. El Bocha, Pepé y el Chivo valen oro. Glorias presentes, que ponen la jeta por el Rojo aún, como fiduciantes, asistiendo a cuanto asado y festejo los inviten. Esparciendo la Historia que no se debe olvidar. Ex jugadores, empresarios, aportantes -con y sin intereses-, y hasta hinchas, bien podrían hacer explotar el Libertadores de América o Mitre 470 para la ocasión, y darle vida a la Historia. Que es quien te dice quién sos. O al menos eso nos inculcaron de pendejos. Los fines recaudatorios serían otra buena piedra angular que dé paso a los recursos genuinos siempre mencionados.
Refundemos las bases
Con una sola Gala de Honor a los campeones que valen Oro, con subastas a todo trapo y la maquinaria a funcionar, quiero ver si este Club no es capaz de sumar lo que falta para la vaquita desinhibitoria, y que podamos tener un segundo semestre más promisorio. No es cuestión del fiduciario, sino de quien le da de influenciar. Todos somos amantes entregados a la pasión desmedida por un Club que nos representa. La dirigencia evidencia receptividad a planes de último momento y el Socio se está encargando de recuperarlo de los escombros. Las cenizas de una entidad que bien sabemos no se apaga. Ya lo dijo el Gaby Milito: “Independiente nunca va a morir”.
Donde hubo fuego, donde se hizo un brindis de la celebración tribal, del Infierno, la lujuria, el éxtasis de las Copas y el buen vino que supimos conquistar, no habrá forma de acallar la voz del hincha. Y dale, y dale, y dale, Rojo dale…
Fundación, bautismo de Gargantas, sponsor de nombre de Estadio, reforma de Estatuto y digitalización de procesos Socio/Club, son algunas ideas transversales a implementar, entre otras que abundan pero escasean en financiación. Nunca se sabe los alcances de un Plan hasta que se visualiza la ejecución directa o indirecta del mismo.
La conformación de una Fundación de Independiente de Avellaneda implicaría el accionar institucional de un organismo nuevo, saneado y dedicado a financiar proyectos que tengan que ver con la causa de nuestra Asociación Civil. Subdividido en la representatividad de confianza de un fiduciario y un conjunto de Fideicomisos actuantes y decisores, tan solo se convierte en una escala hacia el deseo de todo hincha del Rojo. Ver al Club brillar nuevamente en crecimiento económico, progreso y logros futbolísticos.
Los técnicos se van, los jugadores pasarán… reza el proverbio de cancha. Podría agregarse: las deudas ya se irán, y lo hecho y conseguido es lo que no se olvidará. Predios, Copas, pionero, modelo, inauguración, vanguardia, orgullo, pasión, son las cuestiones memorables. Pérdidas, deudas, robos, miserias y falencias, rapiñas y ratas, son los que pasan sin pena ni gloria. Las Glorias, que valen Oro, están claras y por suerte vivas y encabezando en este Club que se come al más poronga y da de comer al más tirado, y que entusiasma a un par de loquitos independentistas de primera hora que ponen su teca, su canuto, su vueltito, sus ganas y coraje a disposición del fiduciario, que administra transparencia y ejecuta un Plan.
¡Aportantes a las armas!
Gente de proyectos tomar, den un paso al frente. O al menos apreten Enviar. Somos soldados de una pasión inexplicable que queremos sumar a la causa, y nos tienen que decir cómo. Se nos convoca y vamos como el batallón de pierna fuerte y templada que nos enseñaron a ser.
Así como existen productoras audiovisuales que sustentan la ejecución de sus proyectos en la recaudación previa que se hace, y tienen socios productores partícipes en el curso y realización del rodaje, un Club Social bien podría tener un sitio colaborativo donde aportantes sumen a la concreción de proyectos. Que no se hacen hasta que no se tiene la plata. Simple y transparente. Por vías internéticas, digitales, funcionales a la claridad de la causa. Hacer proyectos llenos de Rojo bancados por el entusiasmo de millones de hinchas traducidos en dinero encausado. Trasladado a hechos. Y a ver quién brilla en el Hall of fame de aportantes. A ver quién encabeza un proyecto y liquida beneficios a la Sociedad Roja que somos. Estamos asociados. Somos ya aportantes mayores que queremos dar más. Dejen la canilla abierta para que circule ese río Rojo de afluente monetario. Y gestionen y administren para que haya más y más causas que embanderen al Club Atlético Independiente. Reconocer a quien vale Oro es vital para volver a ser y festejar. Somos nosotros, y eso nunca nadie ni nada lo va a cambiar. Toca que se enteren, y se dejen de escorchar. Toca descorchar de nuevo. La gente se impacienta sino, y es mejor el Infierno encantador a una caldera de enojos a presión a destapar.
Vamos a invadir el barco y a montarnos a la ilusión supersport del Rojo de Avellaneda. Alguna vela soplará, y sabremos refundar acciones bajo las bases heredadas. Es una prioridad.