Columna de Opinion
“Carta abierta al hincha de Independiente”
Hoy, nuevamente, un grupito de hinchas intentamos manifestarnos en el playón de la Erico en repudio de la dirigencia. Otra vez, la convocatoria fue casi nula. La gente tiene miedo, sabe que enfrente tiene a un aparato político que solo conoce la violencia como medio de defensa.
Uno critica o insulta a Moyano y no sabe de dónde puede venir el golpe: de los barras pagos que van a la Norte con ropa de otros clubes, de la policía funcional a los mandatos dirigenciales o de algunas sanguijuelas, sedientas de poder que venden su alma por protocolos.
Todo sería más fácil si el club tuviese una oposición acorde a la situación. ¿Por qué en estas manifestaciones no están los líderes que dicen tener las soluciones para Independiente?
¿Fabián Doman y Cristian Ritondo fueron a la cancha? Si fueron, por qué no estaban ahí, liderando a los socios descontentos? Si no fueron, para qué estiran las decisiones judiciales con amparos? Si no quieren estar, dejen que haya elecciones.
Otro es Juan Marconi: se hizo viral por pedirle a la gente que reaccione y cuando la gente quiere reaccionar… dónde esta? Habría menos miedo en los hinchas si ven una cara conocida en la muchedumbre.
¿Fernando Montenegro dónde estás? Fuiste a la cancha? En vez de organizar marchas en días de partido o en plenas vacaciones, por qué no canalizas la ira de los hinchas poniendo la cara en el playón y no en Twitter.
¿Fue a la cancha Claudio Rudecindo? Por qué no estaba exigiendo que la dirigencia de respuestas? Por qué no llamó al resto del arco opositor proponiendo un nuevo llamado a elecciones si levantan el amparo? Mientras tanto, sigue siendo funcional al moyanismo.
Hoy, todo el estadio fue un grito desgarrador en contra de Hugo Moyano. Si eso no le mueve un pelo, si Independiente no le mueve un pelo, para qué se queda? Por qué sigue quedando pegado a las dudosas maniobras de Yoyo Maldonado? Que de un paso al costado y que la gente elija.
Yo me enojo con los hinchas que ya perdieron hasta la esperanza, verlos pasar mientras uno pide reacción es desolador. Pero digo, es culpa mía? Quien soy yo para que me hagan caso? Imagínate que distinto sería todo si uno solo de los que nombré hoy estuviese dando la cara.
Invito a todos los que nombre a dialogar. A qué den la cara, a que le den respuestas al socio y, sobre todo, que LO ACOMPAÑEN porque, como vieron, esto no se saca adelante ni desde la justicia, ni desde los escritorios ni desde Twitter.
Por Luciano Loricchio ✍
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