Columna de Opinion
El Club es de los Socios

Lo dice el hincha, lo repite el opositor, hasta lo puede creer el que gobierna, pero con eso no hacemos nada. Que sea de los Socios implica la capacidad de la toma de decisiones y votar para elegir el que creemos es el mejor destino para nuestra Institución.
Que sea de los Socios significa que se debe ejercer el Estatuto pleno, echando a los socios que dañan al Club, llamando a elecciones en los tiempos y formas que el Estatuto impone, y haciendo respetar las reglas de la contienda política.
Que el Club sea de los Socios es también resguardarlo de las garras de la violencia que busca parte de su torta y de los canallas que lo llevaron a esto a Independiente mucho antes, y rejuntados en esa bolsa de gatos firma servilletas sin fecha.
La política administra la violencia. De ahí que existan tres ramas de esa violentada sociedad en Independiente. Es mediante la política que se busca el consenso de las partes intervinientes en la realidad del Club.
Que el Rojo estaba fundido lo sabíamos desde antes de la primera gestión de Moyano. Ahora son tiempos cruciales para lo que venga. Reconocer estas aristas no tan simples de ver en un aliento de hincha, que como pólvora salta a pedir la cabeza del que comanda, es crucial para no dejar carroña delante de las aves de rapiña.
El Rojo se desangra. Y entendemos que no hay quien oposite a quienes actualmente ejercen mandato extendido judicialmente, tras dos gobiernos completos de 2014 a 2021.
Pedimos elecciones sin saber quién competirá. Pedimos resultados sin saber si el equipo rendirá.
Pedimos que se vayan todos, sin saber que eso produce apenas un reacomodamiento de los buitres de siempre. Pedimos porque a eso vamos a la cancha, pero no sabemos a quién estamos siendo funcional.
No hay más tiempo. Se escuchan las trompetas de la quiebra, los agoreros pájaros del descenso, y los nombres vuelan por los aires de Avellaneda.
Quién representa a ese Socio es lo que debe responderse ya mismo. Y no en un hotel alquilado, sino en la vida diaria de socio, en cada disciplina y área del Club, en cada detalle que hace a la relación del Club con el Socio. Eso caracterizó y diferenció toda la vida a Independiente en el barrio. El socio debe recuperar su Club. El sentido de pertenencia y el orgullo de ser Socio de este Glorioso emblema de América. Sí, también ir a la cancha en paz. Y si puede ser a ver buen fútbol ni te cuento.
Justicia, poder Ejecutivo y Legislativo. La Comisión Directiva y la Junta Electoral. Nombres que deben asumir el rol para el que fueron creados.
Los nombres propios surgirán después de que quede aclarado qué Agrupaciones están autorizadas legalmente para dirimir una contienda electoral. El Sello. Y luego bien estaría dar paso a una renovación dirigencial que lleve al Rojo al profesionalismo, modernización y profesionalización de su marca, su nombre, su imagen en el cosmos futbolístico.
¿Qué les parece? ¿Mucho lío? El segundo semestre de 2022 comienza, y la inversión es el requisito sine qua non que deberá sortear aquel que tome el mando de la Institución. Independiente necesita de manos comprometidas y dedicadas, abocadas a rescatar a este Titán de las profundidades. Como supo ser, nada nuevo para contar, más bien por hacer.
El Club es de los Socios y por eso hay que saberlo cuidar.
¡Donde juegue Independiente siempre es carnaval!
¿El Rey ha muerto? Larga vida al Rey.
Por Maximiliano Galin ✍