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Columna de Opinion

Un rojo asintomático

En medio del avance del coronavirus en el país y en gran parte del planeta, Independiente se mostró sano y lejos de cualquiera de los síntomas que lo venían enfermando en los últimos meses. El tiempo dirá si la nula presencia del público en el Libertadores de América influye, o no, actualmente en el rendimiento del plantel. Lo cierto es que nuevamente el equipo mostró carácter y por momentos pasajes de buen juego que sólo le faltó mejorar en la definición.

Fue otra actuación que no fue descollante pero convenció a más de uno. El equipo de Lucas Pusineri no jugó un partido para el aplauso, ya que en varias oportunidades Vélez pudo haberse puesto por delante en el marcador, pero se mostró activo, con desempeños individuales que alegran.

No hubo ningún cuadro de depresión, pánico escénico ni amnesia en esta tarde de sábado. No hubo señales de aquellos síntomas que cada hincha del “Rojo” viene diagnosticando en el último tiempo. Las victorias claramente son el remedio que cura la enfermedad. Sin embargo, son muy difíciles de conseguir, son muy costosas. No hay un plan Remediar que impulse el Gobierno, pero sí el plan Pusineri. El entrenador viene fortaleciendo un once titular, con pequeñas variantes obligadas. Si bien el autor insiste en que Lucas Romero no debe ser titular, el resto de los protagonistas está ocupando un justo lugar en la alineación titular.

La defensa está atravesando una buena actualidad, el mediocampo recuperó algo más de control y volumen de juego con el colombiano Roa como principal ariete, mientras que Silvio Romero marca el camino. En ese contexto, la sanación llega con el tiempo. No es momento de ninguna cuarentena. Independiente sigue tomando coraje en épocas de crisis y logró una importante victoria ante un rival siempre difícil como Vélez. Y el contexto también es trascendente. El comienzo de un certamen que busca esfumar, por un lado, la pálida actuación de la pasada Superliga. Si bien está claro que sigue presente por su inmediata finalización, tácitamente podría resultar un real inicio para la etapa de Lucas Pusineri con el club.

A diferencia de lo que diga la Organización Mundial de la Salud, es el momento de seguir unidos, respirar este aire con más oxígeno y pensar en continuar con la recuperación, mientras que la Superliga sostenga que el torneo se sigue jugando.

Hay que ser mesurados con algunos elogios. A todos entusiasma el nivel de algunos juveniles. Pero hay que ser paulatinos en los halagos como en las críticas. Es un proceso que por ahora viene siendo satisfactorio, aún siendo una jugada riesgosa por parte del entrenador ya que podía haber resultado en una dura exposición para quienes no tienen la culpa de la herencia recibida.

El “Rojo” no debe adelantarse a los acontecimientos. Que el equipo haya mostrado una mejora, no significa que haya salido de aquel agujero negro que lo tenía deprimido. Sigue en tratamiento. Cada semana y cada partido será crucial para el seguimiento del diagnóstico. Por ahora, examen superado.

@Nicogallaok

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