Columna de Opinion
El factor psicológico rojo
Comienza un nuevo torneo y se renuevan las expectativas de todos, las que esperamos que el equipo nos brinde futbolísticamente en este 2020. Además de esto llegó Lucas Pusineri para sentarse en el banco de suplentes y hacernos acordar del cabezazo más importante de los últimos años rojos.
Hasta ahí todo es entusiasmo y alegría pero cuando la pelota empieza a rodar los sueños chocan con la realidad. Una realidad que nos devuelve un equipo más limitado que el de otras épocas en el marco de una Argentina devaluada con un mercado de pases de vacas muy flacas, flaquísimas.
Así las cosas, Independiente tendrá que que aprovechar al máximo los recursos que tiene y los jugadores con los que cuenta. Para eso hay un factor fundamental que el técnico parece tener en cuenta: el psicológico.
Una de las noticias destacadas de la llegada del ex campeón rojo es la incorporación de un psicólogo en el plantel. Carlos Gutiérrez es el elegido para lograr la mejor versión psicológica de cada uno de los jugadores del plantel rojo.
El psicólogo deportivo, que se utiliza cada vez más en fútbol, tiene una función diferente al del consultorio. No es que los jugadores van a hacer terapia de grupo en el entrenamiento, sino que el psicólogo deportivo se ocupa de optimizar pensamientos relacionados al juego y de trabajar durante la semana con las expectativas, pensamientos y ansiedades que se presentan dentro del plantel.
Pusineri llega con el apoyo de una buena mayoría de los hinchas y parece una buena elección porque muy probablemente este Independiente 2020 se tenga que parecer más al Pusineri jugador que era un mediocampista con fútbol y garra que al de galera y bastón que nos gusta a los hinchas.
Nosotros también desde la tribuna tendremos que adaptarnos a los tiempos que corren y arremangarnos para tener paciencia. Plantearlo así desde el comienzo y moderar nuestras expectativas quizás nos tranquilice a todos los hinchas un poco.