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Columna de Opinion

Los motivos por los cuales Independiente llegó a esta situación

El texto de Sacheri compartido hace unos días me inspiró a buscar unas cuantas cosas escritas en un viejo blog que ordené para compartirles. Independiente se jodió hace mucho. Coincido que el origen del declive del club fue en los 90, con los cambios que produjo la televisión en el fútbol argentino y la ley Bosman en el futbol europeo. Y se jodió porque no tuvo dirigentes capaces para adaptarse a esos cambios.

Ley Bosman

Con la desaparición de los cupos de extranjeros con ciudadanía europea, todos los equipos europeos empezaron a importar jugadores de Argentina. Los planteles argentinos dejaron de ser estables. Con él, aparecieron los representantes y también los negociados en los pases. Fue el inicio de un cambio muy drástico que no va a cambiar y que luego de las dos mega devaluaciones de los últimos años se acentúa: la mayoría de los jugadores quiere emigrar de la Argentina. Como cuestionar a Alan Franco por querer irse a la MLS a asegurar el futuro de su familia y a vivir en el primer mundo. Tener buenas divisiones inferiores y nutrir al plantel profesional con chicos del club se volvió una obligación.

La aparición de la televisión en vivo

Con la televisión en vivo, en los 90 cambió también el formato de los campeonatos con los Torneos Apertura y Clausura. Con la aparición del pago de derechos televisivos a los clubes se acentúo la supremacía económica de Boca y River que además tuvieron procesos deportivos muy exitosos con BianchiRamón Díaz. Con este nuevo formato de torneos cortos comenzó la histeria de los cambios de técnicos cuando a los pocos partidos el equipo se quedaba sin chances. Entre 1991 y 2020, Independiente tuvo 45 cambios de técnicos. En ese mismo período, River, 18 técnicos distintos y Boca, 24. Los dirigentes fallaron en la selección. Fallaron por un común denominador: Independiente hace mucho que no tiene dirigentes que sepan de futbol.

El Fútbol cambió

La emigración de talento y la televisión hizo también que el fútbol argentino cambiara. La posibilidad de estudiar a los rivales y la necesidad que tuvieron los técnicos de arreglárselas con planteles limitados hizo que el futbol se volviera físico, trabado, proliferaron los sistemas 4-4-2 con doble cinco. Nos acostumbramos a ver cómo los rivales venían a Avellaneda a jugar con nuestras urgencias y esperando los errores. Casi ningún técnico entendió como debía Independiente adaptarse a “nuestro nuevo fútbol”. La excepción puede ser Holan, el ciclo más duradero de los 45 mencionados, que entendió que las urgencias del club requerían un equipo vertical que llegará rápido al área rival. Lástima que solo duro el 2017, porque Holan cambió la forma de jugar en 2018, no lo acompañaron los resultados y cuando empezábamos a encontrar un camino estable, volvimos a retroceder.

Los mercados de pases y el armado de los planteles

La situación económica que vive el país hace que cada libro de pases sea una enorme responsabilidad. Las ventas de jugadores al exterior generan grandes oportunidades para pagar deudas, hacer inversiones en las instalaciones del club y reforzar el plantel. En este punto, han fallado mucho nuestros dirigentes. Entre 2017 y 2019 Independiente vendió por USD 50 MM entre las operaciones de Cuesta, Rigoni, Barco, Tagliafico y Meza. Pero han gastado USD 30 MM en el mismo período en jugadores que no rindieron y se convierten en inversiones difíciles de recuperar. Solo Silvio y Lucas Romero parecen ser la excepción de los actuales. O si retrocedemos en el tiempo solo se destacan las de Denis y Rolfi Montenegro en 2006 cuando se vendió a Agüero. Seleccionar adecuadamente las incorporaciones es clave. Solo debería contratarse jóvenes con proyección (ej. Rigoni, Meza y Tagliafico con 22 años) o veteranos probados que aporten sentido de pertenencia y se transformen en la base del plantel dado que los jóvenes van a emigrar permanentemente. Ejemplos de esos jugadores son Gigliotti o Matías Suárez en River. Marcone en su momento podría habernos aportado ese plus de pertenencia que podría haber con contagiado a compañeros.

La convocatoria de acreedores y la construcción del estadio

Independiente se terminó de joder en serio con la gestión de Comparada. En medio del escenario tan desafiante que representaba llevar adelante Independiente en esta “era moderna” del futbol, en 2005 el club se presentó en convocatoria de acreedores y en 2006 se decidió tirar abajo casi todo el estadio para hacerlo nuevo, sin acceso a financiación y sin un plan: solo con la venta de jugadores. Una gran irresponsabilidad. Se logró terminar la tribuna Bochini 10 años después en el año 2016, luego de un triste proceso de crisis económica y futbolística que terminó en el descenso en 2013. En 2014, aparece Moyano como salvador de un club que estaba en una situación inviable.

Los sponsoreos en el fútbol. La explosión de internet y las redes sociales

En medio de todas estas decisiones equivocadas, el mundo seguía cambiando e Independiente desperdiciando oportunidades. Las marcas han encontrado en el negocio deportivo un aliado importante para llegar a sus consumidores, a través del patrocinio de diferentes clubes y futbolistas. El mundo cambió para siempre con la explosión de Internet y las redes sociales. Pese a tener millones de hinchas, Independiente fue un jugador casi ausente en este nuevo mundo de oportunidades. Ninguna marca quiere estar con un club con tantos desaciertos deportivos y económicos.

Conclusión y mirada a futuro

Independiente se jodió hace mucho. Fue un referente del viejo fútbol. En los 90, el fútbol como deporte y negocio cambió para siempre y sus dirigentes nunca estuvieron a la altura. En 2017, con Holan, parecía que empezábamos a revertir la tendencia pero el proceso terminó mal. Tenemos que reinventarnos y para ello se requiere incorporar gente honesta, sangre joven, incorporar profesionales capaces para adaptar al club el fútbol moderno.

@Dievaz

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